martes, 7 de enero de 2014

ESCOCIA. ESCAPADA A MI AIRE (1ªPARTE)

Estaba un día viendo una película de luchas medievales, ambientada en la guerra de los ingleses contra los escoceses, en la cual salían paisajes preciosos, con unas montañas verdes y valles con bosques frondosos, cuando me dije.......eso tiene que estar chulo verlo. La película en cuestión era "Rob Roy", basada en la vida de dicho héroe escoces.

Eso junto con los recuerdos de la peli de Braveheart y    ...............................

Rumbo a Escocia

Al poco tiempo estaba tomando dirección Londres, para seguidamente ir en vuelo interno de Stanted a Glasgow. Una horita de vuelo + o -. Como es costumbre utilicé low cost, que utiliza el aeropuerto de Prestwick  y no el más cercano a la ciudad.

La llegada a Glasgow fue........gris, plomiza,con frio, viento, típico clima inglés. Y el problema era que las previsiones no eran de cambio. 

Para conectar el aeropuerto de Prestwick, que está a unos 35 o 40 kms al sur, hay dos formas principales. Bus, que cuesta unas 10£, (+/-12€), para ir a Glasgow, 50min de trayecto y unas 18£ (21€)para ir a Edimburg.

También hay un tren que conecta con la estación central, que tarda unos 50 min también, pero el precio no lo sé.
Cómo yo quería meterme hasta en los charcos, no me podía mover en transporte público, puesto que las zonas del norte de Escocia están bastante aisladas y muy poco conectadas.

Mi opción pasaba por alquilarme un cochecito leré. Y vaya tela, toda una experiencia, animo a todo el que quiera pasar un ratito.....pongamos que........apasionante. disfrute de una conducción con el volante............ "al otro lao".



Las medidas cambian radicalmente y yo que estuve cuatro días, conseguí cogerle el hilo el último. Llevaba un Fiat Punto y os juro que parecía tener las dimensiones de una limusina. Además, cumplí con lo esperado, lo primero que hice nada más salir del parking fue.....lo que debe hacer todo novato en conducción zurda. Meterme en dirección contraria en la rotonda de acceso al aeropuerto. JeJe. Lógicamente aquí es al revés.




Primer destino: Fort William unos 220kms, pasando por lagos y el parque nacional de los Trossachs, a la orilla del lago Lommond durante un buen rato.La carreteras son en general buenas, aunque sin arcenes y siempre de doble sentido. 

Al llegar a los Highlands, no hay casi tráfico. 

Para que no pareciese un viaje fácil, hice el viaje sin tener ningún tipo de alojamiento reservado ni preparado, lo cual daba a la travesía ese puntito de aventura que me mola. Me había hablado un compi que estaba lleno de Bed&Breakfast.Ya veríamos...


Te puedes encontrar a gente de esta guisa en medio de la nada. Está bien para echarte una fotillo.

Al pasar Fort William, se empiez a notar la latitud a la que estamos, con mucha humedad y con mucho viento que rebaja la temperatura cerca de los 0º.
En estas lides fue donde se rodaron algunas escenas del "Señor de los Anillos".

Siguiente parada: Eilean Donan Castle. Icono de esta tierra y de su clanes, la casa de Connor MacLeod en Los Inmortales y también sale en Braveheart.

Hay una parte del castillo visitable y otra privada. Precio 5£. Nosotros llegamos muy tarde y estaba cerrado, además de tener que buscar todavía alojamiento.


Seguimos en dirección a la Isla de Skye, primera de las islas Hébridas interiores. Está unida a Kyle of Lochalsh por un largo puente. La temperatura seguía bajando y sin sitio para dormir.


Al llegar a Kyle of Lochalsh, tuvimos la agradable sorpresa de ver como todos los lugares a los que acudimos para buscar alojamiento estaban cerrados, sin embargo en la oficina de turismo encontramos tres folios con todos los B&B de la zona, calificación y tlf. de contacto, así como la dirección.
Tomamos nota y fuimos a verlos in situ para elegir cual nos gustaba. Escogimos éste.

Nos pareció, acogedor. Ésta clase de alojamiento suele ser una familia de edad en la que sus hijos ya no viven con ellos ylas habitaciones las reconvierten en alojamientos para visitantes, siendo asi una forma entrañable de conocer a la gente del lugar, ver como viven e interactuar.


Cuando llegamos, nos enseñó la habitación, concertamos el precio y  la hora del desayuno. Éste es un punto importante ya que a diferencia de los hoteles, la dueña de la casa te prepara un señor desayuno calentito. 

No es barato, aunque tampoco es mucho más caro que un hotel. 60£. Las había más baratas pero.........ésta nos gustó. 



Típico escocés. con huevos escalfados, bacon, salchichas, además de cereales, tu colacao, tostadas, etc..Todo esto ¡¡Y las 9:00h!! 

  Vamos ....que te vas con las pilas cargadas.

Al día siguiente nos dedicamos a ver la isla. Llegamos hasta Kilt Rock, unos saltos de agua directamente al mar espectaculares. Pasamos por la ciudad de Portree y las colinas de Cullin Hills. 




Todo genial, verde, pero con un frío que pela. Salía del coche miraba, veía, observaba, una foto de recuerdo y para el coche pasmado.



Es curioso, al conducir, que la carretera en estos lugares son de un único carril y cada 500mts  más o menos hay unos apartaderos. Como son rectas largas, ves venir al coche desde lejos y te apartas.




Al día siguiente, con las pilas hasta arriba, salimos de Skye para de nuevo, ya en terreno firme, ir a Inverness y visitar el Lago Ness.
Conduje por La orilla oeste del lago intentando ver a Nessie pero lo más parecido que ví, fue a un vigilante del embarcadero de Inverness.

En el lago se hacen numerosas actividadescomo ski acuatico o kayak. También hay muchas casitas con embarcadero que parecen salida de una peli americana de miedo.

Una vez pasado Inverness, entramos en un gran bosque de kms y kms salpicados de castillos y castillos sacados de Harry Potter. Era el Cairngorms National Park. Muy bonito, pero la lluvia deslucia haciendo un cielo gris. 






Me llamaron la atención la cabras y las vacas de allí que tenían pelo largo.


Fin de la primera parte.



ESCOCIA. ESCAPADA A MI AIRE (2ª PARTE)

Después de atravesar el Cairngorms National Park, Llegamos a Perth, empezamos la hazaña de buscar de nuevo alojamiento, aunque aquí, una zona mas industrial y más grande nos fue imposible encontrar un B&B, así que tuvimos que quedarnos en un hotel que resultó bastante barato en Falkirk, 35£ sin desayuno, eso si, a unos escasos 17 kms de Stirling, punto de parada para el día siguiente.

De aquí, hicimos una incursión de nuevo en la parte norte de los Trossachs National Park, para ir a ver la tumba del héroe escocés que me hizo venir hasta aquí. Rob Roy.

Tuve que circular por estrechas carreteras de un sólo carril para los dos sentidos y la verdad es que las medidas todavía me costaba al cruzarme por algún coche. El paisaje era precioso, con verdes montañas y bosques frondosos pero con el día de lluvia.........aún así, entre claro y claro se disfrutaba.




No me pregunteis, como encontré la Rob Roy Grave, pero lo hice. Dicha carretera esta apartada y solo cuenta con unas casas bastante dispersas hasta que llegas a una pequeña iglesia con un cementerio chiquito a su izquierda. Buscando entre las tumbas, dí con ella. Donde descansa Rob junto a su mujer y su hijo.




Antes de volver a Stirling, fuimos a ver la cascada de Dochart, pero o no la encontré o más bien creo que alguien se paso de tamaño al decir cascada en algún folleto turístico. Bonito era, pero ......una serie de rápidos del Río Dochart a su paso por un pueblecito llamado Killin.





Stirling es la ciudad de la gran batalla de Braveheart, entre escoceses e ingleses. De echo, en una de sus colinas se encuentra el monumento a William Wallace. Aunque si os soy sincero, quedé muy defraudado al ver que todo aquello era fruto del impacto mediático de la película.


 Tanto es así, que hasta la estatua que dominaba la entrada al parking, tiene el rostro del actor Mel Gibson.
Aún así, el sitio es chulo y las vistas impresionantes.





 Una vuelta por el bosque que rodea al monumento, sus parques y una visita a su gran castillo, para seguir nuestra marcha a la ciudad que pondría fin a nuestro viaje. Edimburgo.


Una vez ya en el coche, nos vamos dando cuenta de que dejamos atrás las zonas verdes, los bosques y entramos en pueblos y parques comerciales que nada tienen que ver con la Escocia del Norte, del frío, los Hihglands. 

Para comer, siempre había escuchado que era típico el plato de "Fish and Chips". (Pescado y patatas), y yo, aunque soy un poco especial para las comidas, me atreví a probarlo. Las pedimos en los Highlands y nos pareció tan cutre el plato, que pensamos que se habían equivocado. Un filete de merluza empanado y patatas fritas normales y corrientes. Pues bien, como parecía un error, volvimos a pedirlas dos días después, en un área de descanso camino a Edimburgo y el resultado lo dejo a vuestro criterio para que juzguéis el plato típico escocés.

Al llegar a Edimburgo, te das cuenta de que tuvo que ser una gran ciudad en épocas pasadas, con un impresionante castillo y un montón de edificaciones preciosas de estilo medieval. 




Fuimos a visitar la Abadía de Holyrood, en ruinas pero guapísima.






Escritos en estas placas, los nombres de todos los reyes de Inglaterra.


Al llegar a la parte baja del castillo, hay un parking grande. Os aconsejo dejarlo ahí y subir andando ya que es muy difícil encontrar aparcamiento en la zona de la Royal Mile.





Al llegar al castillo, veréis en la puerta a gente con ropas típicas. Os podéis hacer una foto previo pago, aunque yo como buen ratilla, hice como que pasaba por ahí. Turu turu. 


Y ellos dirían....déjalo que este es español


La entrada al castillo cuesta 16£. Y a la 13h, todos los días tiran una salva desde un cañón por tradición.




La Royal Mile te transporta a la época de las armaduras y los caballeros. De estilo medieval, muy orientada al turismo, con tiendas de souvenirs y recuerdos........ es chulísima.


Hay numerosos callejones que unen partes de esta avenida con otras calles. No me hubiera gustado pasar de noche por alguno de estos en otras épocas.

Después de  Edimburgo, sólo quedaba, volver a conducir por la izquierda por una buena autovía, la M8, hasta la ciudad de Glasgow y más tarde marchar hacia Prestwick para tomar el avión de vuelta.

Un saludo, Jaime.