viernes, 20 de septiembre de 2013

FINLANDIA: DE TAMPERE A HELSINKI EN BICICLETA

Después de unos años viajando por distintos paises de forma autónoma, sin agencias, me he decidido a poner por escrito, mi experiencia, sea mejor o peor, buena o mala, para que si alguien quiere marchar a ese sitio, pueda algún día servirle,  como a mí me ayudan a preparar mis viajes, los distintos blogs de los lugares a los quiero ir. Por ello y de antemano, gracias 

Siempre he querido ir a conocer tierras vikingas, a Finlandia, por su "lifestyle", su forma de respetar la naturaleza, la educación y poder comprobar "in situ", lo que tantas veces he visto en los documentales, aparte de me encantan los deportes de invierno y es la cuna de muchos de ellos.

Siempre me había hecho la idea de ir a conocerla en bicicleta. Nunca he querido los viajes organizados, a mi me gusta conocer la vida diaria, coger un bus urbano, el metro o comprar en el super de la esquina, que aparte sale más barato.

Asi que, Ryanair es perfecta para eso, ya que parece que estas cogiendo un autobus, un macuto con cuatro mudas y manos a la obra, a la web de la compañia de cabeza.

Sólo hay dos destinos de esta compañia en Finlandia, uno es Lappeeranta, que está junto a la frontera con Rusia. Perfecta para luego enlazar con San Petesburgo, (40€ en tren desde Helsinki), que si alguien quiere información se la puedo mandar ya que me interesé para un futuro viaje alli más adelante.

Lappeeranta también está bien si vas a Helsinki,  ya que si enlazas en bus o tren, por unos 20-25€, te encajas en la capital sin problemas,

El otro destino es Tampere, la capital de la región de los mil lagos. La había oido, de uno de los mejores clubs de orientación que existen, pero sin más, aunque me pareció la puerta hacia un futuro viaje a Laponia, (Rovaniemi) en invierno.

Al final decidí ir a Tampere. La bici cuesta llevarla unos 100€ por trayecto, asi que la opción de alquilarla allí era más economica y además me quitaba el problema de la posible pérdida en el avión, rotura, etc.

Cogí una oferta desde Málaga por 156€ ida y vuelta, con cuatro días entre medias para pedalear.

Al llegar, como parece ser ya una costumbre, me pararon los Agentes de Aduanas para pedir el pasaporte, les dije que era español pero aún asi insistieron, se lo di, menos mal que lo llevo siempre que viajo, aunque realmente no hace falta para viajar a Finlandia, ya que es miembro de la U.E. y con el DNI ya vale. Pedí alguna explicación y lo único que conseguí fue que me cosieran a preguntas relacionadas con mi estancia, pero sin más importancia, seguí mi camino. Yo estas cosas las veo muy bien, se nota que están pendiente de quién entra en su pais.

Para llegar a Tampere hay tres soluciones.El aeropuerto de Tampere-Pirkkala, es muy chico y no hay pérdidas posibles.
 1ª . Bus de la empresa TOKEN, que esta en la puerta de la Terminal 2 cuando llegas, cuesta 6€. Los hacen coincidir en horarios con los vuelos de Ryanair. Te lleva hasta la estación de tren de Tampere, en pleno centro.
2ª. Bus urbano nº 61, que sale de la Terminal 1, donde llegan el resto de vuelos que no son Ryanair, pero que realiza el trayecto hasta Pirkkala y pasa por el aeropuerto. Lo hace con una frecuencia de +/- 1h, pero los fines de semana más espaciados. Cuesta 4€ y te deja en la calle Hämeenkatu, arteria principal y comercial de la ciudad.
3ª. El "Taksi", como se dice en finés. Aquí los taxis se distinguen sólo por la señal amarilla del techo, no tienen ninguna decoración ni color especial. Cuesta unos 35€. Desaconsejado totalmente para el mochilero que viaja con Ryanair.

Una vez en la estación de tren, dentro de ella, esta la oficina de información, donde al contrario que en otras ciudades de Europa, los mapas son totalmente gratis y te los sirve una amable máquina expendedora al pulsar un boton del lateral, como si de una máquina de tabaco se tratara. También está la simpatica joven, (rubia casi seguro), que te lo da y te informa de lo que necesites.

El hotel, viajando sólo, es un lujo. El lujo verdadero está en llegar a una ciudad, interactuar con la vecindad, encontrar el albergue, "hostel" o el "bed & breakfast" y entrar. A la vez que si la cosa no va bien, sientes la emoción de ver que las horas pasan, se hace de noche y tu sin hotel. Esta forma de viajar se la debo a un compi que me la aconsejó para mi viaje a Escocia,  En cada sitio hay una curiosidad o conoces algo nuevo, aunque no es aconsejable para lugares de paises no desarrollados. En otra entrada, os hablaré de mis viajes a paises del magreb,

La primera noche, la pasé en un "hostel" de Hammëlina,  donde compartí habitación con italianos/peñazos que no se callaban y dieron la lata bastante, eran estudiantes de Erasmus que acababan de llegar a Finlandia y estaban casi más "pez"  que yo mismo del sitio,  pero eran simpáticos por lo menos.

Las siguientes noches y debido a la decisión de coger un tren hacia Tampere desde Helsinki, me alojé en un lujazo de "hostel", (especie de albergue), el "Dream Hostel". Un ambientazo de gente joven, limpio, chulo, barato y en pleno centro. Por 20€ la noche, estaba genial, yo cogí la habitación compartida, sale más económica y además conoces a gente de otras nacionalidades. Mientras estuve alli hubo gente de  Alemania y Eslovaquia y mientras desayunas o cenas, hablas con ellos, te informan de sitios, actividades,etc ..,que de otro modo (en un hotel), no harías.

Alquilé la bici a través de internet via e-mail y aunque quería una mtb, no lo aclaré,  cual fue mi sorpresa cuando vi, una bici híbrida con parrilla trasera y barra invertida del estilo de las de mtb para mujeres que usan aquí. Más tarde, el precio me convenció de que era una gran bicicleta. Pasaba de costar 35€ la mtb por día, a costarme 50€ todos los días de alquiler más las alforjas "waterproof", que solicité. Y menos mal, ya que me llovió el primer día y un poco el último.


Pense en unir Tampere con Helsinki, 180km, a través de la red de carriles bici y pistas forestales que hay, aunque dudaba de poder conseguirlo antes de empezar, esas dudas se despejaron pronto.

Finlandia es el paraiso del ciclo-mochilero, toda la red de carreteras tiene una alternativa con el mismo destino sin compartir asfalto con los vehiculos de motor, perfectas indicaciones en los cruces de carriles bici, en muchas ocasiones dichos carriles tienen su propio semáforo. Estos últimos son respetados por todos los usuarios. En mi estancia no vi un solo coche, que no parara en un paso de cebra, se saltara un semaforo o usara el claxon.



El trafico de coches es bajo y sólo en el centro de Helsinki y las circunvalaciones de las ciudades se ve algo más de tráfico.

Los semáforos son muy respetados por los ciclistas y los peatones, no pasando nadie hasta que se coloca la luz del peaton en verde. Si no lo haces, sabrán que eres de España. En nuestro pais, la frase por excelencia sería…..”Veeeeenga, si no viene nadie”.

El primer día hice aprox. 80 kms. El trayecto fue Tampere-Hammëlina. La primera parte de la ruta fue un poco más urbana, pero una vez llevaba aprox. 30 kms y pasé la localidad de Kangasala, entré en unas pistas forestales chulísimas, un bosque cerrado de abetos y otros árboles que no conozco. Con unos juegos de colores entre las hojas caidas, las que estaban rojizas (por ser caducas) y las verdes, que parecían paisajes pintados.


Los carriles, en su mayoría son de gravilla fina o asfaltados. Muchos de estos carriles unen barrios y urbanizaciones, pero no son utilizados por vehiculos a motor, que van por otras carreteras. 



La mayoría de estos carriles o pistas son utilizados en invierno de tránsito con skis de travesia, de hecho, muchas de las señalizaciones ponen para que se utilizan, ski,mtb,etc, dirección, distancia y un código de colores como las pistas de ski, para saber su dureza  y exigencia física.



Hammëlina, esta chula, con un gran castillo, todo lleno de parques, todo verde. No puedo contar mucho más, ya que llegué reventado del viaje en avión, toda la noche sin dormir debido a la salida del vuelo y el pedaleo. Pregunté en un centro de información cerca del castillo por albergues y/o pensiones y muy amablamente me sugirieron que retrocediera unos diez kms hacia atrás,otra vez al Norte y que fuera a ver un “bed & breakfast” que regentaba una familia en un barrio/pueblo llamado Parola. Me escribió la dirección en un papelillo y a deshacer lo hecho. Aunque valió la pena, ya que los únicos dos hoteles de la ciudad se llamaban, 65€ y 80€. No me pregunteis los apellidos.

Era un albergue muy limpio, fantasticamente cuidado.

“Caí peloto”, zzzzzzzzzzzzz!!!!!!

Al día siguiente no pude probar el, seguro que fantástico desayuno, ya que a las 7:00h estaba encima de la bici. Hacía una temperatura de unos agradables 6º. Hay que pensar que estaba a unos 600kms al sur del Círculo Polar Ártico. Hoy me esperaban 100kms, pero más calmados ya que tenía todo el día para hacerlos.


Finlandia es muy llana, sin embargo, toda la ruta es un continuo subir y bajar pequeñas colinas muy suaves. El gps me marcó como máxima cota 167mts y como minima en Helsinki -15mts.

Todo el tiempo vas viendo casas, ya que la población es dispersa y aunque los pueblos no tienen muchos habitantes, si son extensos en terreno, con muchas casas, en vez de edificios.

La velocidad media era baja, total, era una ruta de disfrute. Paro aquí y saco una foto. Paro allí y flipo un rato con el paisaje y esas cosillas. Pedaleé  en unos constantes e impresionantes 12 kms/h. Pero eso no cuenta.

Al llegar a Helsinki creía que tendría problemas, por aquello de una gran ciudad, las carreteras, tráfico, etc. Pues nada de eso. Realmente no me enteré, ya que entré a través de un parque, “Maunuulan Uurnalehto” y sin haber salido, entré en otro, “Eläinten hautusmaa” y llegué al estadio olímpico sin darme cuenta que llevaba ya unos 10 o 15 kms dentro de la capital.

Una vez llegué a la estación de tren, lugar donde se encuentra la oficina de información, cogí los correspondientes mapa gratuitos de la amable máquina expendedora y me empecé a recorrer la ciudad.

Helsinki es muy bonita, el mar le da otro toque, aunque debido a los grandes lagos, todos los pueblos y ciudades interiores tienen puerto. Tiene una parte turística, que recuerda..... ¡¡ al resto de centros de ciudades turísticas!!, llenas de visitantes, con puestecillos de recuerdos junto al puerto, gente con cámaras de fotos, japoneses, muchos japoneses,(están en todos los lados) y algún español, aunque no muchos. 

Se oyó, en perfecto castellano y en un par de ocasiones, (ya que eran los únicos que gritaban) y era facilmente reconocible, un........  “Juaaaaan, ven mira esto”. (Podría tratarse de algún dialecto), pero no creo.

Me entusiasmé recorriendo los lugares más turísticos “en mi burra”. Todo está cerca, muy cerca. 

La Catedral Uspenski, ortodoxa, muy bonita. Allí, una pareja a la que pedí que me hiciera una foto, me preguntó que de donde era y empezamos a hablar, ya que habían estado en Córdoba visitándola y el tío, muy majo, nada frio y seco como pintan a los finlandeses, parecía que me iba a contar la historia de la mili, “que pesao”, pero simpático.

Kauppatori o Plaza del Mercado, aquí, hay un montón de puestecillos con productos típicos de comida y dado que llegué a Helsinki entorno a las 15h. Me zampé tres salchichas tipo frankfurt XXL con su ketchup . Cada una 2,5 €. Sóla y sin pan. Coca Cola 3€.

Dejé para el final los exteriores de la Catedral de Helsinki y la Isla de Seurasaari. Esta isla sólo la visité un trozo, ya que está al Oeste de la ciudad en dirección a Espoo, es una isla unida por un puente sólo autorizada para peatones. Hasta las bicis están prohibidas y cómo llevaba la alforja y todo el peso, pues…………”No Sin mi bici”.

Se hacía de noche en torno a las 19h y la emoción de estar en una de las ciudades que más había anhelado visitar, me condujo a estar pensado que después de tantos kms. si empezaba a pedalear de vuelta en ese momento, tardaria en encontrar un lugar para dormir, era tarde y estaba bastante cansado. La solución que tomé………….

Volverme a la estación de trenes, coger un regional entre Helsinki y Tampere. Hace el trayecto en dos horas, cuesta 25€, más 5€ de la bici. La bici viaja en un pequeño rellano del centro de los vagones. La empresa es VR con el logo en verde y hay muchos trenes que enlazan las dos ciudades pero aunque los Intercity lo hacen en poco más de una hora y la diferencia es pequeña, (cuestan 33€), no se permiten bicis.

Una vez en Tampere, ya sabía donde alojarme, el “Dream Hostel”, mirado por internet antes de partir de Córdoba. No perdí mucho tiempo, asi que entorno a las 22h estaba ya en el sobre y soñando con Casimiro.

Aproveché los dos días que me restaban para conocer bien Tampere y sus alrededores, aunque no en ruta, pero me salieron otros casi 100kms. Esta ciudad está rodeada de bosque, bosque y más bosque y agua, mucha agua de los lagos. 


Mucha juventud, tiendas, gente a la última en cuanto a sus vestiduras, “very cool”,mucho deportista en los carriles bici y pistas, mucha cabaña de madera en los lagos (tipo pelicula con dos rubias, dos guaperas y un gilipollas con una motosierra) y mapas de orientacion.

La orientación,que es un deporte que me encanta, debe ser deporte nacional. Que pasada!!, alrededor de la ciudad existen 37 mapas de competición. Hay recorridos permanentes y lugares como el de la foto, donde se deja el mapa para que cualquiera pueda entrenar, pasear o verlo. Después lo deja allí pinchado y para el siguiente orientador.

Aquí nos roban las bases y nos especulan con los pocos lugares para practicarlo. Otro mundo.

A la vuelta a Málaga, me encontré bajando del avión a las 16h con 33º, el lorenzo apretando y yo con una camiseta térmica de manga larga, una sudadera, el soft shell y un chubasquero.

Un viaje que recomiendo a los amantes de la bici, ya que podrán disfrutar de algo que en España por desgracia carecemos totalmente, el respeto y cuidado hacia el ciclista.


Lo siento por lo borroso de la foto, la hice en marcha. Esto es el parking de bicis de un Centro Comercial en Helsinki. ¿Parecido a España, no?. Si esto es una pasada, os mostraré fotos de los viajes a Amsterdam en otra entrada.


Sólo en los últimos años y en parte, debido a la crisis en muchos casos, nos damos cuenta de que no sólo es para salir los domingos un ratito, si no para ir a trabajar o para cualquier desplazamiento por la ciudad. Tardamos en tiempo, casi lo mismo, no contaminamos, no existe el problema del aparcamiento y no gastamos en gasolinas, impuestos, etc….

En ese aspecto y muchos otros……………..…………..estamos a años luz de Finlandia.



P.D. Por otro lado y como en la variedad está el gusto………el último día después de dejar la bicicleta, colocarme un vaquerito y una cazadora no deportiva, me dispuse a salir en “NIGHT MODE” a tomarme una merecida "Beer" y despedirme del pais. 

Bien……. Pues eran las 22h, no había un alma por la calle y sólo alguna taberna tipo irlandesa estaba “open”. Entré en una, me la tomé sólo acompañado de un hombre que estaba dos mesas ”más pallá”.

Y es que si bien tenemos que aprender mucho, …pero mucho de este pais ……hay alguna cosa en la somos lideres destacados.


Un saludo, Jaime,